Al día siguiente de la Beatificación, en la Parroquia Virgen Peregrina (c/ Diego de León, 36, Madrid), y ya en clima distendido de familia oblata, celebramos una Eucaristía para dar gracias a Dios por el don de la Beatificación de nuestros Mártires. La presidió el P. Louis Lougen, nuestro Superior General, flanqueado por Mons. Ramiro Díaz, OMI, y por muchas decenas de presbíteros Oblatos. La homilía corrió a cargo del P. Joaquín Martínez Vega, Postulador General. La música la aseguró, magistralmente, un nutrido coro de jóvenes de nuestras parroquias. Alcanzó el culmen del clima emotivo la intervención del P. Olegario Domínguez, con más de 90 años, venido para la ocasión desde Paraguay. Entre sollozos y lágrimas, nos dio el testimonio de sus vivencias con los Mártires. Los había conocido prácticamente a todos y con alguno de ellos había tenido estrecha relación y comunión de alma. La emoción mal contenida de este testigo excepcional contagió a toda la asamblea.
En la foto, Publio Sanz Rodríguez, sobrino del Mártir Publio Rguez. Moslares, entre el P. General y el Postulador.
Evocación del Martirio:
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