miércoles, 29 de febrero de 2012

Beato Cándido Castán en Benicarló


Fiesta de Acción de Gracias
por el nuevo Beato Cándido Castán
en la parroquia de san Bartolomé de Benicarló

El pasado  17 de diciembre, se proclamó Beato a Cándido Castán San José, casado con la benicarlanda Francisca Guiral Sorlí, en la catedral de la Almudena de Madrid. El sábado 25 de febrero de 2012,  las Parroquias de Benicarló celebraron en el templo de San Bartolomé una Misa de acción de gracias presidida por el Sr. Obispo de la Diócesis de Tortosa y concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos un nieto del nuevo Beato. Entre los fieles, que asistieron en buen número, se encontraban José Mª, el hijo del Beato Cándido, así como la nuera, nietos, biznietos y sobrinas. El Coro Gregoriano de La Salle solemnizó con sus cantos la celebración.

Al inicio de la ceremonia Mosén Carlos García, párroco de San Bartolomé, glosó la biografía del nuevo Beato, destacando su compromiso religioso y social a lo largo de su vida, lo que le llevó a ser asesinado junto a un grupo de siete jovencísimos Misioneros Oblatos de María Inmaculada un 24 de julio de 1936 en la Casa de Campo de Madrid. Como se destacó, el inicio del proceso de beatificación de estos ocho mártires, junto a otros quince mártires Oblatos más, se inició en mayo de 1999 y concluyó el 2 de abril de 2011, cuando el Papa Benedicto XVI autorizó  la promulgación del decreto referido al martirio.
D. Javier Salinas, Obispo de Tortosa señaló en su homilía la importancia del testimonio de fe supremo que supone el martirio ya que no hay amor más grande que el que da la vida, y el que entrega su vida no va a la muerte, sino camino de  la Vida.

Su nieto Carlos, sacerdote, al finalizar la Misa, en nombre de la familia dio las gracias a todos por su presencia  y agradeció a Dios el maravilloso regalo del testimonio de fe y fidelidad del nuevo beato. Destacó los vínculos del Beato Cándido Castán con Benicarló, como en las naves de esa misma iglesia participó en las celebraciones eucarísticas durante sus estancias familiares en nuestra ciudad; también su devoción al Santo Cristo del Mar, asistiendo algunos años a la procesión o su amistad con algunos destacados benicarlandos, como el médico Santiago Añó Doménech.
Finalizó diciendo que la enseñanza que nos deja el nuevo Beato es vivir las realidades y los compromisos de cada día desde la Fe, con fidelidad y entrega a la propia vocación hasta las últimas consecuencias. 


En la foto, la familia Castán. José Mª, hijo del Beato, con gafas oscuras

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