Un número más, el 19, entrará pronto
en imprenta. En la portada, se recuerda que el próximo 28 de Noviembre de 2012
se celebrará por primera vez la FIESTA LITÚRGICA, con categoría de memoria libre, de los Beatos Francisco Esteban y
Compañeros Márti-res. En la Postulación OMI de de Roma disponemos de un pequeño
folleto (sólo en español y en italiano, por el momento) con el texto de la Misa
y de la Liturgia de las Horas. Puede solicitarse a la siguiente dirección: Postulación General / C.P. 9061 / 00100
Roma-Aurelio / Italia.
En las páginas siguientes, pensando
sobre todo a los que no tienen acceso al mundo digital, se recogen algunas
celebraciones que se han ido celebrando, a lo largo del verano, en las localidades
de donde son oriundos los Mártires Oblatos.
Si alguien no conoce aún dicho Boletín y le gustaría recibirlo
gratuitamente, puede enviar sus dirección completa al Postulador General: martinez@omigen.org
Ver primera página pinchando en...
28 de
Noviembre
Fiesta
litúrgica de los Beatos
Francisco
Esteban y Compañeros, Mártires
Por primera vez, el 28 de noviembre de 2012 podemos celebrar
la memoria litúrgica de los 22 Oblatos y de Cándido Castán, Mártires,
beatificados el 17 de diciembre de 2011. Es la fecha que, acogiendo nuestra “súplica”,
ha fijado la Santa Sede, aprobando los textos litúrgicos. Entresacamos unos
párrafos de la 2ª Lectura de la Liturgia de las Horas
“Hombres apostólicos,
dispuestos a sacrificar la propia vida por amor a Jesucristo….”
La
Iglesia, preciada herencia que el Salvador adquirió a costa de su sangre, ha
sido en nuestros días atrozmente devastada. En esta lamentable
situación, la Iglesia llama a voces a los ministros a quienes confió los más preciados
intereses de su divino Esposo, para que se esfuercen en reavivar con la palabra
y el ejemplo la fe a punto de extinguirse en el corazón de buen número de sus
hijos (…)
La consideración de estos
males ha conmovido el corazón de algunos
sacerdotes celosos de la gloria de Dios,
que aman entrañablemente a la Iglesia, y están
dispuestos a entregar su vida, si es preciso, por la salvación de
las almas.
¿Qué hizo, en realidad,
nuestro Señor Jesucristo cuando quiso convertir el mundo? Escogió a unos
cuantos Apóstoles y Discípulos que él mismo
formó en la piedad y llenó de su
espíritu y, una vez instruidos en su doctrina, los envió…
¿Qué han de hacer a su vez
los hombres que desean seguir la huellas de Jesucristo, su divino Maestro, para
conquistarle tantas almas que han sacudido su yugo?
Deben trabajar seriamente
por ser santos y caminar resueltamente por las sendas que recorrieron tantos obreros evangélicos, que nos dejaron
tan buenos ejemplos de virtud en el ejercicio del mismo ministerio al que ellos
se sienten llamados. Deben renunciarse completamente a sí mismos, sin más miras
que la gloria de Dios, el bien de la Iglesia y la edificación de las almas.
Deben renovarse sin cesar
en el espíritu de su vocación, vivir en
estado habitual de abnegación, y con el empeño constante de alcanzar la perfección;
deben trabajar sin descanso por hacerse humildes, mansos, obedientes, amantes
de la pobreza, penitentes y mortificados, desapegados del mundo y de la
familia, abrasados de celo, dispuestos a sacrificar bienes, talentos,
descanso, la propia persona y la propia vida por amor a Jesucristo, servicio
de la Iglesia y santificación de sus hermanos; y luego, con firme confianza
en Dios, entrar en la lid y luchar hasta la muerte por la mayor gloria de su
Nombre santísimo y adorable. (…)
Hay que intentarlo todo
para dilatar el reino de Cristo, destruir el imperio del Mal, cerrar el paso a
innumerables crímenes, difundir la estima y la práctica de todas las virtudes,
llevar a los hombres a sentimientos humanos, luego cristianos, y ayudarles
finalmente a hacerse santos. (De los escritos de S. Eugenio de
Mazenod, Obispo y Fundador de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada)
No hay comentarios:
Publicar un comentario