ORAR CON LOS MÁRTIRES OBLATOS.
Oblación y Martirio
Seis días con los Mártires Oblatos,
de la mano de
San Eugenio
Selección de textos breves para leer y orar con S. Eugenio y los Mártires Oblatos
Por Joaquín Martínez y Frank Santucci
Selección de textos breves para leer y orar con S. Eugenio y los Mártires Oblatos
Por Joaquín Martínez y Frank Santucci
DIA 4
Misión de Eugenio: revelar a los más abandonados qué son a los ojos de Dios
El Obispo de Digne, constatando la vida y acción de los Misioneros de Provenza, les pide que se hagan cargo del Santuario de Ntra. Sra. de Laus. Este santuario mariano estaba semiderruido y abandonado. El P. Tempier, primer superior de esta nueva comunidad, llevó consigo a los jóvenes Oblatos en formación. Esa comunidad vibrante se convierte en un centro de irradiación para toda la comarca. La muchedumbre acude numerosa y llena a rebosar aquel templo olvidado que, con la presencia oblata, se convierte en lugar privilegiado para encontrarse con Jesucristo Salvador.
El mismo fenómeno se repite en Marsella tras la
misión de 1820. Eugenio plantó la Cruz de la misión en las ruinas de una
iglesia, destruida durante la Revolución, y aquel templo se transformó en la
“Iglesia del Calvario”. Miles y miles de marginados: obreros, inmigrantes,
italianos sobre todo, se acercaban a las fuentes del Salvador. Cuando Eugenio
inició este ministerio, acudían unos 6.000. A su muerte, sumaban más de 30.000.
Testimonio de los Mártires
Crece la animadversión contra los Oblatos por parte
de los enemigos de la fe. El P. Pablo Fernández describe así: “Los Oblatos de Pozuelo eran muy apreciados y
valorados por los creyentes, y convocados a asistir a reuniones y celebraciones
religiosas, en las fiestas patronales, así como en otras solemnidades. También
eran llamados para dar ejercicios espirituales. Esta buena fama entre los creyentes
tenía como contra- posición la animadversión, por odio a la fe, de los grupos
extremistas, anarquistas… Este clima se debía a que la comunidad de los
Misioneros Oblatos era la que promovía la vida cristiana en todo el contorno de
Pozuelo: Aravaca, Majadahonda y Húmera”
Pausa, silencio para interiorizar…
Oración final para todos los días
Dios
todopoderoso y eterno, que concediste a Francisco Esteban y a sus compañeros
Mártires la gracia de
entregar su vida por Cristo mediante la oblación cruenta; ayúdanos en nuestra
debilidad para que también nosotros, por su intercesión y siguiendo su ejemplo,
nos mantengamos firmes en la fe y
sepamos dar la vida por los demás mediante “el martirio de la caridad”, según
la consigna de San Eugenio de Mazenod; y de este modo podamos testimoniar ante
el mundo quién es Jesucristo. Te lo pedimos, por la intercesión de nuestra
Madre María Inmaculada, por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
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