miércoles, 27 de marzo de 2013

Juntos, nos damos ánimo unos a otros




Beato Clemente Rodríguez Tejerina
el Benjamín del grupo, 18 años


Para un mayor conocimiento de primera mano sobre los Mártires Oblatos, echamos mano de las PRUEBAS TESTIFICALES, es decir, las declaraciones juradas de los testigos ante el tribunal diocesano de la Causa. Éstos se dividen en tres categorías: “de visu”, es decir, personas que testifican sobre lo que han visto y vivido directamente con el Mártir o Mártires; “ex auditu de viso”, o sea, que dan testimonio de lo que oyeron de parte de los testigos presenciales; y finalmente, “ex auditu”, son quienes testifican simplemente sobre lo que saben de oídas. Los testimonios más valiosos son, sin lugar a duda, los primeros. Pero estas categorías de testimonios no son excluyentes, pues alguien puede testificar a la vez de cosas que sabe como testigo presencial y añadir otras que ha oído de testigos fiables.
     Vamos a comenzar con el testimonio de una Religiosa de la Sagrada Familia de Burdeos, que si viviera, en mayo de este año cumpliría los cien años. Se trata de María Josefa, hermana del Beato Clemente, el Benjamín del grupo de Mártires Oblatos de España.

Sigue el testimonio:

domingo, 24 de marzo de 2013

Datos para la Historia


El Cardenal cordobés Julián Herranz Casado ha sido el Ponente de la Causa de nuestros Mártires en la Congregación (reunión) de Cardenales y Obispos, durante la cual se decretó el martirio formal que daba luz verde para la beatificación.
El Cardenal Herranz nació en Baena del 31 de marzo de 1930. Mientras estudiaba medicina en Madrid decidió entrar en la Prelatura del Opus Dei. Es doctor en medicina y en derecho canónico. En 1955 es ordenado sacerdote y en 1990 Juan Pablo II le ordenó obispo el 6 de enero de 1991. El mismo Pontífice lo promovió al arzobispado al nombrarle presidente del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos. Fue creado Cardenal diácono en el consistorio del 21 de octubre de 2003.
En la Curia Romana preside la Comisión Disciplinar de ésta y es miembro de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei", del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, de las Congregaciones de la Doctrina de la Fe, del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, de las Causas de los Santos, de los Obispos, de la Evangelización de los Pueblos y del Consejo Pontificio para los Laicos.

Otro miembro de la Prelatura del Opus Dei, a quien mucho le debemos, es a Mons. José  Luis Gutiérrez Gómez, profesor de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). Fue el Relator de la Causa, y en calidad de tal,  asesoró y acompañó al Colaborador externo del Postulador general, P. Eutimo González Álvarez o.m.i., en la ingente elaboración de la Positio super Martyrio, resumen en 674 páginas de los seis volúmenes, un total de 1969 páginas, que contienen todos los testimonios y actas documentales. La Positio es el documento base que estudian los Consultore teólogos, hitoriadores, obispos y Cardenales para dar los votos, positivos o negativos, de la Causa en cuestión. En nuestro caso los votos fueron favorables al 100 %.


Por enésima vez quiero reiterar aquí mi gratitud al P. Eutimio por la labor oculta llevada a cabo en todo el proceso de la Causa de canonización de los Mártires Oblatos de España, así como por su colaboración tan indispensable como eficaz para preparar la celebración de la beatificación en Madrid. Que Dios se lo pague con creces en gracia y santidad.
Joaquín Martínez Vega o.m.i.
Postulador General

En la foto: Museo de la Postulación General, Roma,  
el P. Eutimio ante la vitrina que guarda la dulleta de San Eugenio de Mazenod.

lunes, 18 de marzo de 2013

¿Futuro Mártir?





Mártir quiere decir Testigo

El nuevo Papa es un "Testigo" de la ternura, de la misericordia de Dios. Aire nuevo, evangélico, está soplando en la Iglesia. Dios quiera que disipe el humo que su predecesor Pablo VI aseguraba que había entrado en la Iglesia, para que ésta sea de verdad "sacramento de salvación universal" en el hoy del mundo.
El Papa (Padre) Francisco es consciente de que le espera la Cruz. Quiere abrazarse a Cristo Crucificado, para ser, no funcionario de la Iglesia, sino discípulo, seguidor de Cristo. 
La viñeta, más que una broma, puede ser un presentimiento... 
Pidamos al Espíritu Santo que le dé el Don de Fortaleza. 


Ver su escudo y más fotos...

domingo, 17 de marzo de 2013

Fervor religioso y espíritu oblato

Noviciado años 30: entre estos  novicios, algunos Mártires


El Beato Francisco Esteban Lacal, en calidad de superior mayor (provincial) de los Misioneros Oblatos en España, tenía que visitar las diversas comunidades oblatas de su provincia religiosa. Se llamaba “la visita canónica” (hoy preferimos decir “visita de familia”). Durante esos días, en actitud de escucha, hablaba con  todos y cada uno de los Oblatos y después reunía la comunidad, para compartir con ellos la evaluación de todo lo visto y oído y para darles orientación y consignas a seguir. Al final y en calidad de animador de la familia oblata, tenía que escribir un documento dejando constancia del acto. Era el “Acta de Visita”.
Del 20 al 22 de julio de 1933 (tres años antes del martirio) visitó el Noviciado de la Purísima, ubicado entonces en Romo, un barrio obrero de Las Arenas, no lejos del puente colgante de la ría de Bilbao. En esa casa-noviciado se iniciaron al conocimiento y vivencia de la vida religiosa y del carisma oblato casi todos nuestros Mártires. Algunos de ellos estaban entonces allí ese año y eran miembros de esa comunidad oblata, formada por  tres Padres, dos Hermanos, 7 Novicios y dos Postulantes para hermanos.

Tres años después, en julio de 1936, el Beato Vicente Blanco, superior de la comunidad de Pozuelo, dirigiría  allí mismo los ejercicios espirituales a los novicios que terminaban el año de noviciado. El P. Blanco regresó a Madrid en el último tren que pudo entrar en la Capital. Le hubieran acompañado los recién profesos, si no hubiera sido porque aún les estaban preparando el equipo de ropa. Ya no pudieron viajar. Esto los libró de la matanza.
Hemos trazado algunas pinceladas sobre la infancia de algunos Mártires. El Acta de Visita que transcribimos literalmente nos deja entrever qué aire se respiraba en el noviciado, año previo a la etapa del escolasticado de Pozuelo.


viernes, 1 de marzo de 2013

Espíritu misionero de los Mártires




Especialistas de las Misiones difíciles

Así bautizó Pio XI, el Papa de las Misiones, a los Oblatos, sopesando sin duda la labor heroica que desarrollaban en el Polo Norte. Nuestros Mártires respiraban a pulmón lleno el espiritu misionero en Pozuelo, donde, además de la academia de misiones, se había traducido el entonces famoso libro de la epopeya blanca titulado En los hielos polares. El beato José Vega, uno de los padres formadores, en un artículo que escribió para la revista oblata La Purísima, junio de 1927, nos deja entrever cómo se cultivaba ese fuego sagrado aprovechando el paso de algún misionero por la comunidad, se trata del P.  Pedro Fallaize. Más tarde pasará también Mons. Guyomar o.m.i. (1884-1956), otro gigante del trópico  y arrastrará tras sí a Simeón Gómez, primo del beato Daniel Gómez, que fue el primer Oblato español que se embarcó rumbo a  Sri Lanka o Ceilán, como se decía entonces.

Mons. Pierre Fallaize. o.m.i., 1887-1964), de quien habla el beato José Vega el artículo que publicamos más abajo, era un normando de pura cepa. Nació  en Gonneville-sur-Honfleur (Calvados, Francia). Huérfano de padre y madre, ingresa en el seminario menor de Lisieux en 1899. En esa misma localidad había fallecido dos años antes Santa Teresita del Niño Jesús.

Hace el servicio militar y, al licenciarse, decide seguir los pasos de su paisano Mons. Arsenio Truquetil o.m.i., el legendario obispo de los hielos polares. Solicita entrar en la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y, sin esperar la respuesta, el 25 de diciembre de 1907 se presenta en Bestin (Bélgica) para iniciar el noviciado. Es ordenado sacerdote en 1912 y al año siguiente se embarca rumbo al Polo Norte, donde los Oblatos tenían las misiones consideradas entonces como las más difíciles.

Con 44 años, el 13 de septiembre de 1931, es ordenado Obispo. Pero ocho años después tuvo que presentar la dimisión: el reflejo del sol sobre la nieve  le causó la ceguera. Acepta esta contrariedad con paciencia heroica. Los Inuit o esquimales los llamaban Inuk ilaranaikor (el hombre que nunca se enfada).

Al carecer de la vista, se ve obligado a regresar a su tierra natal, donde cambia el báculo episcopal por el bastón de los invidentes y se entrega en cuerpo y alma al ministerio de la reconciliación, tanto en la comunidad de Carmelitas de Lisieux como a favor de los numerosos peregrinos que acudían a Lisieux atraídos por la devoción creciente hacia la Santa del "pequeño camino". Allí ejerció ese ministerio durante 40 años.

Pero su corazón misionero añoraba la compañía de sus queridos esquimales. Ciego y todo, en 1960 volvió al Polo y allí, en Fort Smith, entregó su alma a Dios poco después, el 10 de agosto de 1964. 
Usque ad ultimum terrae (hasta el extremo de la tierra) era su lema episcopal y a fe que lo vivió: Somos los últimos, más allá ya no hay más inuit (hombres), le habían asegurado los habitantes del Polo Norte.

Pronto se extendió su fama de santidad tanto en los hielos polares como por la patria de la Patrona de las Misiones y por eso la diócesis de Bayeux-Lisieux puso en marcha el proceso de su canonización.


Para leer el artículo del beato José Vega, resumen de la charla del entonces P. Fallaize, pinchar aquí: