domingo, 24 de junio de 2012

Los Mártires OMI en Cuajinicuilapa


México sabe de Mártires y de martirios en su suelo patrio. Pero los católicos de la “Nueva España” se saben y se sienten miembros de una Iglesia que es Católica (=universal) y por eso no se repliegan sobre su martirologio nacional. Han abierto el corazón a los Mártires de la “Vieja España”.  Un ejemplo es el de la parroquia oblata de  Cuajinicuilapa, que ha dedicado su nuevo y flamante salón parroquial a los Mártires Oblatos de Pozuelo. El Hno. Magán donde quiera que esté, se hace notar por su entusiasmo e iniciativas… Gracias, Ernesto, por ese “bautismo”. Enhorabuena a todos los parroquianos y gracias también  al joven sponsor. Que los nuevos Beatos de Madrid os alcancen de Dios abundantes bendiciones para que ese local sea un foco de irradiación evangelizadora.

sábado, 23 de junio de 2012

El testimonio de una madre





Lo ofrecí a Dios de todo corazón


La madre de Publio Rodríguez, escribe:


En casa leíamos “LA PURÍSIMA”  y  muchas veces me había oído decir:  “¡Qué triste sería tener un hijo en esas misiones que tienen los Oblatos! ¡Pobres madres! ¿Cómo van a vivir, sabiendo que sus hijos están arrostrando peligros tan grandes allá entre los hielos polares o en las tierras calientes, expuestos a morir asesinados?” Por eso él no se atrevía a decirme nada pensando que yo no le dejaría ser Oblato. Traté de convencerle para que hiciera la carrera de cura. Traté hasta de apelar a sus buenos sentimientos, diciéndole: “Tanto como me quieres, ¿no piensas que un día  se casarán tus hermanos  y yo me quedaré sola?” Y me contestaba: “Mis hermanos son mejores que yo, te quieren mucho y no te dejarán sola. Es Dios quien lo quiere, mamá, no sufras ni me hagas sufrir. Sé generosa y dale a Dios contenta lo que es de Él más que tuyo”.
“Yo le ofrecí de todo corazón a Dios y Él me lo aceptó. Sea mil veces bendito”

martes, 19 de junio de 2012

El padre de un Mártir escribe




Respondiendo a la petición de la comunidad oblata de Pozuelo, que quería recabar datos y testimonios de los Oblatos asesinados, el padre del Beato Gregorio Escobar, escribía:

Muy señores míos y de mi mayor aprecio.
Habiendo recibido mi hijo Francisco una carta , comunicando diese detalles de su hermano Gregorio, de su infancia, para ser provechosos para la Comunidad y familia, he tenido el gusto y la satisfacción  de detallar su vida tal y conforme la practicó a mis órdenes como padre. No tuve falta de imponerme para nada con Gregorio, sabía bien su obligación como hijo, como católico y como Religioso. Para mí que tenía algún don de Dios.  Tengo que decirles a ustedes que siento mucho, muchísimo, no se dirigieran a mí como padre. Nunca he olvidado a los Oblatos de María Inmaculada. Las tías monjitas me aconsejan les mande las cartas que poseo como una reliquia de mi hijo Gregorio. Según mi hijo Francisco ese Hno. Angel Arnáez, que escribió, es de Abárzuza (Navarra).

miércoles, 13 de junio de 2012

Mártires, poetas. 2



El 10 de Julio de 1932 el Beato Serviliano Riaño, todavía en el juniorado,  antes de comenzar el noviciado, escribía  una carta a su hermana Basilia (Sor Consuelo, de la Sagrada Familia de Burdeos) con motivo de su profesión religiosa y le dedicaba este poema:

                                                    A mi hermana en su profesión

Hermana: tú ya sabes que te he querido
desde los tiernos años de la infancia,
que muchas veces al recuerdo tuyo
he derramado innumerables lágrimas.

Sí, tú lo sabes; desde que nacimos
se unieron nuestras almas
y aun cuando estaban lejos nuestros cuerpos
nos unía la vida de la gracia.

Sí, tú lo sabes; al llegar el día
en que te ofreces cual hostia inmaculada
yo en mí siento algo que a decir no acierta
mi pobre y tosca pluma con palabras…

Sí, tú lo sabes; la mañana aquella
yo lloraré de gozo y de esperanza
porque tu profesión es un reflejo
                                                               del sueño de mi alma.
                                                                                                 Tu hermano, S.R.




A continuación va la carta.