viernes, 27 de noviembre de 2015

Memoria litúrgica de los Mártires Oblatos


28 Noviembre 
memoria de los 23 Mártires Oblatos de Pozuelo
 beatificados en Madrid el 17 de diciembre de 2011.

 “Siempre me han conmovido hasta lo más hondo los relatos de martirio. Siempre, al leerlos, un secreto deseo me asalta de correr la misma suerte. Ése sería el mejor sacerdocio al que podríamos aspirar todos los cristianos: ofrecer cada cual a Dios el propio cuerpo y sangre en holocausto por la fe. ¡Qué dicha sería la de morir mártir!”
De de una carta que Gregorio Escobar  escribió a su familia, mientras se preparaba para la ordenación sacerdotal.

Aquí abajo se puede hallar la  Liturgia en español.

Para otros idiomas, consultar al P. Joaquín   jmartínezomi@gmail.com



ROMA: capilla del Escolasticado Internacional el día de la Fiesta de los Mártires Oblatos


SANTA MISA
DE LOS MÁRTIRES


FRANCISCO ESTEBAN LACAL
RELIGIOSO PROFESO DE LA CONGREGACIÓN
                       DE LOS MISIONEROS OBLATOS                       
DE MARIA INMACULADA
y 21 COMPAÑEROS, RELIGIOSOS,
 MIEMBROS DEL MISMO INSTITUTO

ASÍ COMO DEL SEGLAR Y PADRE DE FAMILIA
CÁNDIDO CASTÁN SAN JOSÉ


Fiesta, 28 de Noviembre

Algunos datos de los 23 Mártires

Francisco Esteban Lacal  nació en la ciudad de Soria el día 8 de Febrero del año1888; hizo su profesión perpetua el año 1911 y fue ordenado sacerdote en 1912. Ejerció las tareas de profesor, socio del maestro de novicios, superior local y viceprovincial. Acogió en la casa provincial a los Oblatos de Pozuelo que fueron detenidos y posteriormente liberados. Pero pronto fue apresado  y conducido a la Cárcel Modelo. Más tarde fue conducido a Paracuellos del Jarama, poblado cercano a la villa de Madrid, y allí fue ejecutado el 28 de Noviembre.

Sin embargo, ya antes, otros diez Siervos de Dios habían sufrido muerte cruenta. El día 24 de Julio en el parque denominado Casa de Campo cercano a Madrid, fueron ejecutados ocho:

El Siervo de Dios Juan Antonio Pérez Mayo, presbítero y religioso profeso, nació el 15 de Noviembre de 1907 en Santa Marina del Rey (diócesis de Astorga y provincia de León).  Era profesor  y formador de los estudiantes. 

El Siervo de Dios Manuel Gutiérrez Martín, nació el día uno de Enero de 1913 en Fresno del Río (Palencia), profesión perpetua en 1934.

El Siervo de Dios Cecilio Vega Domínguez, nació en Villamor de Órbigo (diócesis de Astorga y provincia de León) el 8 de Septiembre de 1913;  emitió los primeros votos 1931.

El Siervo de Dios Juan Pedro Cotillo Fernández, nació en Siero de la Reina (León), hizo la oblación perpetua en 1935.

El Siervo de Dios Francisco Polvorinos Gómez nació el 29 de Enero de 1910 en Calaveras de Arriba (León), hizo la primera profesión en 1932.

El Siervo de Dios Justo González Lorente nació el 14 de Julio de 1915 en Villaverde de Arcayos (León), hizo la primera profesión en 1933.

El Siervo de Dios Pascual Aláez Medina nació el 11 de Mayo de 1917 en Villaverde de Arcayos (León), hizo la primera profesión en 1935.

El Siervo de Dios Cándido Castán San José, nació en Benifayó (Valencia) el 5 de Agosto de 1894,  contrajo matrimonio el 4 de Junio de 1919. En 1936, los milicianos irrumpieron en su casa y el 23 de Julio lo llevaron prisionero al convento de los Oblatos desde donde lo sacaron al día siguiente para darle muerte.

Los Siervos de Dios sacrificados entre el 7 y 8 de Noviembre fueron dos:

El Siervo de Dios José Vega Riaño, presbítero y religioso profeso, nació en Siero de la Reina (León) el 19 de Marzo de 1904. Profesor de teología, fue sacrificado en Paracuellos del Jarama.

El Siervo de Dios Serviliano Riaño Herrero, nació en Prioro (León) el 22 de Abril de 1916. Emitió los primeros votos el año 1932. Fue asesinado en  Soto de Aldovea (Madrid).

Los Siervos de Dios martirizados en Paracuellos del Jarama el 28 de Noviembre, además de Francisco Esteban Lacal, de quien ya se hizo mención anteriormente,  fueron 12:

El Siervo de Dios Vicente Blanco Guadilla, nació en Frómista (Palencia) el 5 de Abril de 1882, fue ordenado sacerdote en 1906, desempeñó el cargo de superior en la comunidad.
 El Siervo de Dios Gregorio Escobar García, religiosos profeso, nació el 9 de Mayo  en Estella (Navarra), fue ordenado sacerdote en 1936.
El Siervo de Dios Justo Gil Pardo, nació el 18 de Octubre en Luquin (Navarra), votos perpetuos, recibió el orden del diaconado en 1936.
E Siervo de Dios Juan José Caballero Rodríguez, nació en Fuenlabrada de los Montes (archidiócesis de Toledo y provincia de Badajoz) el 5 de Marzo de 1912. Recibió el subdiaconado en 1936.
El Siervo de Dios Publio Rodríguez Moslares, nació en Tiedra (Valladolid) el 12 de Noviembre de 1912, hizo  su oblación perpetua en 1935.
El Siervo de Dios José Guerra Andrés, nació en la ciudad de León el 13 de Noviembre de 1914. Emitió sus primeros votos el año 1932.
El Siervo de Dios Daniel Gómez Lucas, nació en Hacinas (Burgos) el 10 de Abril de 1916. Hizo la primera oblación en 1935.
El Siervo de Dios Justo Fernández González, nació en Huelde (León) el 2 de Noviembre de 1916. Emitió los primeros votos en 1935.
El Siervo de Dios Clemente Rodríguez Tejerina, nació en Santa Olaja de la Varga (León) el 23 de Julio de 1918. Primera  oblación en 1936.
El Siervo de Dios Ángel Francisco Bocos Hernández, nació en Ruijas (Santander) el 27 de Enero de 1883. Oblación perpetua el año 1907.
El Siervo de Dios Marcelino Sánchez Fernández, nació en Santa Marina del Rey (diócesis de Astorga y provincia de León). Hizo su oblación perpetua en 1935.
El Siervo de Dios Eleuterio Prado Villarroel, nació en Prioro (León), hizo su primera oblación en 1935.

Todos estos Siervos de Dios gozaban de la estima del pueblo, por su vida evangélica, salvaguardada por la oración constante y alimentada por los sacramentos. Tras la violenta detención, ninguno de ellos apostató de su fe, pese a la presión a que lo hicieran, ni dio indicios de dudar de la misma.
A causa de su fama de martirio,  se instruyó la investigación diocesana en la Curia  Arzobispal  de Madrid el día 11 de Mayo  de 1999. El 2 de abril de 2011 Benedicto XVI firmó el Decreto de Martirio.
El 17 de diciembre de 2011, con ocasión del 150º aniversario de la muerte de san Eugenio de Mazenod,  fueron beatificados en Madrid, estableciendo  que en adelante se celebre su memoria o fiesta litúrgica el 28 de Noviembre de cada año.


DIÓCESIS  DE ORIGEN DE LOS NUEVOS BEATOS
(por orden alfabético)

ASTORGA
1.      Juan Antonio PÉREZ MAYO (Santa Marina del Rey)
2.      Marcelino SÁNCHEZ FERNÁNDEZ (Santa Marina del rey)
3.      Cecilio VEGA DOMÍNGUEZ (Villamor de Órbigo)

BURGOS
4.      Daniel GÓMEZ LUCAS (Hacinas)

LEÓN
5.      José VEGA RIAÑO (Siero de la Reina)
6.      Juan Pedro COTILLO FERNÁNDEZ (Siero de la Reina)
7.      Pascual ALÁEZ MEDINA (Villaverde de Arcayos)
8.      Justo GONZÁLEZ LORENTE (Villaverde de Arcayos)
9.      Serviliano RIAÑO HERRERO (Prioro)
10.  Eleuterio PRADO VILLARROEL (Prioro)
11.  José GUERRA ANDRÉS  (León)
12.  Justo FERNÁNDEZ GONZÁLEZ (Huelde)
13.  Francisco POLVORINOS GÓMEZ (Calaveras de Arriba)
14.  Clemente RODRÍGUEZ TEJERINA (Santa Olaja de la Varga)

OSMA-SORIA
15.  Francisco ESTEBAN LACAL (Soria)

PALENCIA
16.  Vicente BLANCO GUADILLA  (Frómista)
17.  Manuel GUTIÉRREZ MARTÍN (Fresno del Río)

PAMPLONA
18.  Gregorio ESCOBAR GARCÍA (Estella)
19.  Justo GIL PARDO (Luquin)

SANTANDER
20.  Ángel BOCOS HERNÁNDEZ (Ruijas)

TOLEDO
21.  Juan José CABALLERO RODRÍGUEZ (Fuenlabrada, Badajoz)

VALENCIA
22.  Cándido CASTÁN SAN JOSÉ (Benifayó)

VALLADOLID
23.  Publio RODRÍGUEZ MOSLARES (Tiedra)


CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

RITOS DE INTRODUCCIÓN


Oración colecta

Oremos.
Dios todopoderoso y eterno,  que  al beato Francisco Esteban y a sus compañeros les has concedido la gloriosa victoria del martirio, mediante su oblación cruenta, haz que, por sus méritos e intercesión, podamos dar testimonio ante el mundo,  como ellos, de quién es Jesucristo. Por el mismo Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo  y es Dios por los siglos de los siglos.
 R/.  Amén.


PRIMERA LECTURA

         Ni la muerte ni la vida podrá apartarnos del amor de Dios

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos        (8, 31b -39)

         Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está sentado a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?; ¿La aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿la espada?, como dice la Escritura: “Por su causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza”. Pero en todo esto vencemos fácilmente por Aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.

         L/ Palabra de Dios.        R/ Te alabamos, Señor.





SALMO   RESPONSORIAL

Los que sembraban con lágrimas  / cosechan entre cantares

Cuando el Señor nos cambió la suerte de Sión,  nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R/  
Hasta los gentiles decían: “El Señor ha estado grande con ellos”. El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.   R/
Que el Señor cambie nuestra suerte/ como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas / cosechan entre cantares.  R/
Al ir iban llorando, llevando la semilla /al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas. R/

Aleluya, aleluya.  Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.  Aleluya.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan                           (Jn15, 18-21)

+ En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:  Si el mudo os odia, sabed que me ha odiado a Mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya; pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.  Recordad lo que os dije: No es el siervo más que su amo. Si a Mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.    Palabra del Señor.  

                     ORACIÓN DE LOS FIELES

CP  Somos hijos de Dios y ciudadanos del Cielo.  Mientras peregrinamos hacia nuestra verdadera patria,  elevemos nuestra oración al Padre, confiados en la intercesión de los nuevos Mártires  que ofrecieron sus vidas por amor y fidelidad a Jesucristo.

R/ Te rogamos, óyenos

Por el Papa, Pastor de la Iglesia universal,  para, que iluminado y fortalecido por el Espíritu Santo, confirme en la fe a sus hermanos. 

Por las diócesis las diócesis de origen  de estos Mártires, donde recibieron la fe mediante el bautismo,   para que, por su ejemplo e intercesión,  reciban nuevo impulso para revitalizar su fe. 

Por la familia religiosa de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, en cuyo seno los nuevos Beatos  se consagraron a Dios, para que, con su ejemplo y por su intercesión, reviva el carisma de su santo fundador y se rejuvenezca con nuevas vocaciones.

Por las familias que entregan el mejor fruto de su matrimonio al Señor, por los laicos, para que a ejemplo de Cándido Castán,  no se avergüencen de vivir y profesar públicamente su fe. 

Por los jóvenes a quienes el Dueño de la mies sigue llamando, para que a ejemplo de estos jóvenes mártires del siglo veinte,  respondan generosamente a ese apremiante llamamiento. 



CP  Dios Padre misericordioso,  que nos llamas a todos a seguir con valentía a Cristo  por el camino de la santidad,  acoge con bondad la oración de esta tu familia, aquí congregada, y por intercesión de María, Reina de los Mártires,  concédenos la fortaleza necesaria para estar dispuestos a dar la vida por amor a Aquel que no dudó en morir por nosotros en la cruz, Jesucristo, tu Hijo,  que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
R. /  Amén


LITURGIA EUCARISTICA
  
Oración sobre las ofrendas
 Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos   en la glorificación de tus Mártires  Francisco Esteban y Compañeros,  y concédenos la gracia  de permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre.  Por Jesucristo nuestro Señor. 
 R/  Amén   
                               
Prefacio
V./ El Señor esté con vosotros.
R./ Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R./ Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V./ Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R./ Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación  darte gracias  siempre y en todo lugar, Señor. Padre santo,  Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque  la sangre de los gloriosos Mártires Francisco Esteban y Compañeros,  derramada como la de Cristo,  para confesar tu nombre,  manifiesta las maravillas de tu poder;  pues en su martirio, Señor,   has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad  tu propio testimonio;  por Cristo, Señor nuestro.

Por eso, como los ángeles de cantan en el cielo,  así nosotros en la tierra te aclamamos  diciendo sin cesar: 

Santo, Santo…
                                                                                       
   Oración después de la comunión
CP   Señor y Dios nuestro, que iluminaste el misterio de la cruz  en la muerte de tus mártires,  escucha nuestra súplica   y haz que, fortalecidos por este sacrificio, nos unamos a Cristo fielmente   y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos los hombres.  Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén


      
Liturgia de las Horas

Beato Francisco Esteban y compañeros, Mártires

Francisco Esteban Lacal nació en Soria el 8 de febrero de 1888. A los 18 años hizo su primera profesión religiosa en Urnieta (Guipúzcoa), y es ordenado sacerdote en Turín, donde cursó la teología, el 29 de junio en 1912. Formador de futuros misioneros en el juniorado y noviciado, en 1932 es nombrado primer Superior provincial de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en España y traslada su residencia a Madrid. En la persecución religiosa le incautan  la casa provincial  y vive en clandestinidad, auxiliando material y espiritualmente a sus hermanos oblatos  de la comunidad de Pozuelo, también sacados de la propia casa.  Capturado con varios de ellos,  unos meses más tarde, serán encarcelados y posteriormente ejecutados. En el momento del martirio, el 28 de noviembre de 1936, pide como gracia abrazar a sus hermanos uno por uno y aprovecha para darles la absolución. Luego proclama en alta voz: “Sabemos que nos matáis por ser católicos y religiosos, lo somos. Tanto yo como mis compañeros os perdonamos de corazón”. Estos  religiosos  mártires eran, en su mayoría, jóvenes en edades comprendidas entre 18 y 26 años. Se preparaban para ser ordenados sacerdotes y partir después a las misiones.
A este grupo de 22 mártires Oblatos hay que sumar un seglar, Cándido Castán, ferviente católico y padre de familia ejemplar, a quien  horas antes de la ejecución, lo asociaron a la comunidad de los Oblatos, prisioneros en su propia casa, y lo martirizaron con el primer grupo de Mártires  Oblatos.


 Todo del común de Mártires, excepto la 2ª Lectura y la Colecta

II  Lectura

De los escritos de san Eugenio de Mazenod, Obispo y Fundador
(Constituciones y Reglas de la Congregación de los Misioneros Oblatos de la Santísima e Inmaculada Virgen María), Roma, Políglota Vaticana 1926, pág. 13-16.

 Hombres apostólicos: dispuestos a sacrificar la propia vida por amor a Jesucristo, servicio de la Iglesia  y santificación de sus hermanos.       

La Iglesia, preciada herencia que el Salvador adquirió a costa de su sangre, ha sido en nuestros días atrozmente devastada.  Esta querida Esposa del Hijo de Dios llora aterrorizada  la vergonzosa defección  de los hijos por ella engendrados. Cristianos apóstatas, olvidados por completo  de los beneficios de Dios,  han irritado la justicia divina con sus crímenes, y si no supiésemos  que el depósito de la fe ha de conservarse intacto hasta el fin de los tiempos, apenas podríamos reconocer la religión de Jesucristo en las  huellas que quedan de lo que fue.
En esta lamentable situación, la Iglesia llama a voces a los ministros a quienes confió los más preciados intereses de su divino Esposo, para que se esfuercen en reavivar con la palabra y el ejemplo la fe a punto de extinguirse en el corazón de buen número de sus hijos. Mas, por desgracia, qué pocos son los que responden a esta apremiante invitación;  muchos, incluso, agravan esos males con una conducta reprobable.
La consideración de estos males ha conmovido  el corazón de algunos sacerdotes celosos  de la gloria de Dios, que aman entrañablemente a la Iglesia, y están  dispuestos a entregar su vida, si es preciso, por la salvación de las almas.
Están convencidos de que, si se formasen sacerdotes inflamados de celo, desprendidos de todo interés, de sólida virtud, en una palabra: hombres apostólicos, que, convencidos de su propia reforma, trabajasen con todas sus fuerzas por la conversión de los demás, se podría abrigar la esperanza de hacer volver en poco tiempo los pueblos descarriados a sus obligaciones largo tiempo olvidadas. Cuídate tú y cuida tu enseñanza, recomienda San Pablo a Timoteo, sé constante; si  haces esto,  te salvarás a ti mismo y a los que  te escuchen (1 Tim. 4, 16).
¿Qué hizo, en realidad, nuestro Señor Jesucristo cuando quiso convertir el mundo? Escogió a unos cuantos Apóstoles y Discípulos que él mismo  formó en la piedad y llenó de  su espíritu y, una vez instruidos en su doctrina, los envió a la conquista del mundo que pronto habían de someter a su santa ley.
¿Qué han de hacer a su vez los hombres que desean seguir la huellas de Jesucristo, su divino Maestro, para conquistarle tantas almas que han sacudido su yugo?  Deben trabajar seriamente por ser santos y caminar resueltamente por las sendas que recorrieron  tantos obreros evangélicos, que nos dejaron tan buenos ejemplos de virtud en el ejercicio del mismo ministerio al que ellos se sienten llamados. Deben renunciarse completamente a sí mismos, sin más miras que la gloria de Dios, el bien de la Iglesia y la edificación de las almas. Deben renovarse sin cesar en el espíritu  de su vocación, vivir en estado habitual de abnegación, y con el empeño constante de alcanzar la perfección; deben trabajar sin descanso por hacerse humildes, mansos, obedientes, amantes de la pobreza, penitentes y mortificados, desapegados del mundo y de la familia, abrasados de celo, dispuestos a sacrificar bienes, talentos, descanso, la propia persona y la propia vida por amor a Jesucristo, servicio de la Iglesia y santificación de sus hermanos; y luego, con firme confianza en Dios, entrar en la lid y luchar hasta la muerte por la mayor gloria de su Nombre santísimo y adorable.
¡Qué inmenso campo se les abre! ¡Qué santa y noble empresa!  Los pueblos se corrompen en la ignorancia supina de todo lo que concierne a su salvación. De ahí el abandono de la fe, la depravación de las costumbres y todos los desórdenes que la acompañan. Es, pues,  sumamente importante, es urgente, hacer que vuelvan al redil tantas ovejas descarriadas, enseñar a los cristianos degenerados quién es Jesucristo, y, arrebatándolos  del dominio de Satanás, mostrarles el camino del cielo.
 Hay que intentarlo todo para dilatar en reino de Cristo, destruir el imperio del Mal, cerrar el paso a innumerables crímenes, difundir la estima y la práctica de todas las virtudes, llevar a los hombres a sentimientos humanos, luego cristianos, y ayudarles finalmente a hacerse santos.

                                 RESPONSORIO

 S. Cipriano, Carta 58    (tomado del común de varios mártires)

R/ Dios nos contempla, Cristo y sus ángeles nos miran, mientras luchamos por la fe.
* Qué dignidad tan grande, qué felicidad tan plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser coronados por Cristo.
V/ Revistámonos de fuerza y preparémonos para la lucha con un espíritu indoblegable, con una fe sincera, con una total entrega.
* Qué dignidad tan grande, qué felicidad tan plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser coronados por Cristo.


  Oremos.

Dios todopoderoso y eterno,   que  al beato Francisco Esteban  y a sus compañeros les has concedido la gloriosa victoria del martirio, mediante su oblación cruenta, haz que, por sus méritos e intercesión, podamos dar testimonio ante el mundo de quién es Jesucristo.  Por el mismo Jesucristo nuestro Señor
  R/.  Amén.



1 comentario:

  1. bendito seas señor por el valor que distes a tus siervos para ser fieles a ti ejemplo para nosotros bendito y alabado

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