28 Noviembre
memoria de los 23
Mártires Oblatos de Pozuelo
beatificados en Madrid el 17 de diciembre de 2011.
“Siempre me han conmovido hasta lo más hondo
los relatos de martirio. Siempre, al leerlos, un secreto deseo me asalta de
correr la misma suerte. Ése sería el mejor sacerdocio al que podríamos aspirar
todos los cristianos: ofrecer cada cual a Dios el propio cuerpo y sangre en
holocausto por la fe. ¡Qué
dicha sería la de morir mártir!”
De de una carta que Gregorio Escobar escribió a su familia, mientras se preparaba para la ordenación sacerdotal.
De de una carta que Gregorio Escobar escribió a su familia, mientras se preparaba para la ordenación sacerdotal.
Aquí abajo se puede hallar la Liturgia
en español.
Para otros idiomas, consultar al P.
Joaquín jmartínezomi@gmail.com
DE LOS MÁRTIRES
FRANCISCO
ESTEBAN LACAL
RELIGIOSO PROFESO DE LA CONGREGACIÓN
DE LOS MISIONEROS OBLATOS
DE MARIA INMACULADA
DE MARIA INMACULADA
y 21 COMPAÑEROS, RELIGIOSOS,
MIEMBROS DEL MISMO
INSTITUTO
ASÍ COMO DEL SEGLAR Y PADRE DE FAMILIA
CÁNDIDO CASTÁN SAN JOSÉ
Fiesta, 28 de Noviembre
Algunos
datos de los 23 Mártires
Francisco
Esteban Lacal nació en la
ciudad de Soria el día 8 de
Febrero del año1888; hizo su profesión perpetua el año 1911 y fue ordenado
sacerdote en 1912. Ejerció las tareas de profesor, socio del maestro de
novicios, superior local y viceprovincial. Acogió en la casa provincial a los
Oblatos de Pozuelo que fueron detenidos y posteriormente liberados. Pero pronto
fue apresado y conducido a la Cárcel
Modelo. Más tarde fue conducido a Paracuellos del Jarama, poblado cercano a la
villa de Madrid, y allí fue ejecutado el 28 de Noviembre.
Sin embargo, ya antes, otros
diez Siervos de Dios habían sufrido muerte cruenta. El día 24 de Julio en el
parque denominado Casa de Campo cercano a Madrid, fueron ejecutados ocho:
El Siervo de Dios Juan Antonio Pérez Mayo, presbítero y
religioso profeso, nació el 15 de Noviembre de 1907 en Santa Marina del Rey (diócesis de
Astorga y provincia de León). Era
profesor y formador de los
estudiantes.
El Siervo de Dios Manuel Gutiérrez Martín, nació el día
uno de Enero de 1913 en Fresno del Río (Palencia),
profesión perpetua en 1934.
El Siervo de Dios Cecilio Vega Domínguez, nació en Villamor de Órbigo (diócesis de Astorga
y provincia de León) el 8 de Septiembre de 1913; emitió los primeros votos 1931.
El Siervo de Dios Juan Pedro Cotillo Fernández, nació en Siero de la Reina (León), hizo
la oblación perpetua en 1935.
El Siervo de Dios Francisco Polvorinos Gómez nació el 29
de Enero de 1910 en Calaveras de Arriba (León),
hizo la primera profesión en 1932.
El Siervo de Dios Justo González Lorente nació el 14
de Julio de 1915 en Villaverde de Arcayos
(León), hizo la primera profesión en 1933.
El Siervo de Dios Pascual Aláez Medina nació el 11
de Mayo de 1917 en Villaverde de Arcayos
(León), hizo la primera profesión en 1935.
El Siervo de Dios Cándido Castán San José, nació en
Benifayó (Valencia) el 5 de Agosto de 1894,
contrajo matrimonio el 4 de Junio de 1919. En 1936, los milicianos
irrumpieron en su casa y el 23 de Julio lo llevaron prisionero al convento de
los Oblatos desde donde lo sacaron al día siguiente para darle muerte.
Los Siervos de Dios
sacrificados entre el 7 y 8 de Noviembre fueron dos:
El Siervo de Dios José Vega Riaño, presbítero y religioso
profeso, nació en Siero de la Reina
(León) el 19 de Marzo de 1904. Profesor de teología, fue sacrificado en
Paracuellos del Jarama.
El Siervo de Dios Serviliano Riaño Herrero, nació en Prioro (León) el 22 de Abril de 1916. Emitió
los primeros votos el año 1932. Fue asesinado en Soto de Aldovea (Madrid).
Los Siervos de Dios
martirizados en Paracuellos del Jarama el 28 de Noviembre, además de Francisco Esteban Lacal,
de quien ya se hizo mención anteriormente, fueron 12:
El Siervo de Dios Vicente Blanco Guadilla, nació en Frómista
(Palencia) el 5 de Abril de 1882, fue ordenado sacerdote en 1906, desempeñó el
cargo de superior en la comunidad.
El Siervo de Dios Gregorio
Escobar García, religiosos profeso, nació el 9 de Mayo en Estella (Navarra), fue ordenado
sacerdote en 1936.
El Siervo de Dios Justo Gil Pardo, nació el 18 de
Octubre en Luquin (Navarra), votos perpetuos, recibió el orden del diaconado
en 1936.
E Siervo de Dios Juan José Caballero Rodríguez,
nació en Fuenlabrada de los Montes (archidiócesis de Toledo y provincia
de Badajoz) el 5 de Marzo de 1912. Recibió el subdiaconado en 1936.
El Siervo de Dios Publio Rodríguez Moslares, nació en Tiedra
(Valladolid) el 12 de Noviembre de 1912, hizo
su oblación perpetua en 1935.
El Siervo de Dios José Guerra Andrés, nació en la
ciudad de León el 13 de Noviembre de 1914. Emitió sus primeros votos el
año 1932.
El Siervo de Dios Daniel Gómez Lucas, nació en Hacinas
(Burgos) el 10 de Abril de 1916. Hizo la primera oblación en 1935.
El Siervo de Dios Justo Fernández González, nació en Huelde
(León) el 2 de Noviembre de 1916. Emitió los primeros votos en 1935.
El Siervo de Dios Clemente Rodríguez Tejerina, nació
en Santa
Olaja de la Varga (León) el 23 de Julio de 1918. Primera oblación en 1936.
El Siervo de Dios Ángel Francisco Bocos Hernández,
nació en Ruijas (Santander) el 27 de Enero de 1883. Oblación perpetua el
año 1907.
El Siervo de Dios Marcelino Sánchez Fernández, nació
en Santa
Marina del Rey (diócesis de Astorga y provincia de León). Hizo su
oblación perpetua en 1935.
El Siervo de Dios Eleuterio Prado Villarroel, nació
en Prioro
(León), hizo su primera oblación en 1935.
Todos estos Siervos de Dios gozaban de la estima del pueblo, por su
vida evangélica, salvaguardada por la oración constante y alimentada por los
sacramentos. Tras la violenta detención, ninguno de ellos apostató de su fe,
pese a la presión a que lo hicieran, ni dio indicios de dudar de la misma.
A causa de su fama de martirio,
se instruyó la investigación diocesana en la Curia Arzobispal
de Madrid el día 11 de Mayo de
1999. El 2 de abril de 2011 Benedicto XVI firmó el Decreto de Martirio.
El 17 de diciembre de 2011, con ocasión del 150º aniversario de la
muerte de san Eugenio de Mazenod, fueron
beatificados en Madrid, estableciendo
que en adelante se celebre su memoria o fiesta litúrgica el 28 de
Noviembre de cada año.
DIÓCESIS DE ORIGEN DE LOS NUEVOS BEATOS
(por orden alfabético)
ASTORGA
1.
Juan Antonio PÉREZ MAYO (Santa Marina
del Rey)
2.
Marcelino
SÁNCHEZ FERNÁNDEZ (Santa Marina del rey)
3.
Cecilio VEGA DOMÍNGUEZ (Villamor de
Órbigo)
BURGOS
4.
Daniel
GÓMEZ LUCAS (Hacinas)
LEÓN
5.
José VEGA RIAÑO (Siero de la Reina)
6.
Juan Pedro COTILLO FERNÁNDEZ (Siero de
la Reina)
7.
Pascual
ALÁEZ MEDINA (Villaverde de Arcayos)
8.
Justo GONZÁLEZ LORENTE (Villaverde de
Arcayos)
9.
Serviliano
RIAÑO HERRERO (Prioro)
10.
Eleuterio
PRADO VILLARROEL (Prioro)
11.
José
GUERRA ANDRÉS (León)
12.
Justo
FERNÁNDEZ GONZÁLEZ (Huelde)
13.
Francisco
POLVORINOS GÓMEZ (Calaveras de Arriba)
14. Clemente
RODRÍGUEZ TEJERINA (Santa Olaja de la Varga)
OSMA-SORIA
15.
Francisco
ESTEBAN LACAL (Soria)
PALENCIA
16.
Vicente
BLANCO GUADILLA (Frómista)
17. Manuel
GUTIÉRREZ MARTÍN (Fresno del Río)
PAMPLONA
18.
Gregorio
ESCOBAR GARCÍA (Estella)
19.
Justo
GIL PARDO (Luquin)
SANTANDER
20.
Ángel
BOCOS HERNÁNDEZ (Ruijas)
TOLEDO
21. Juan
José CABALLERO RODRÍGUEZ (Fuenlabrada, Badajoz)
VALENCIA
22. Cándido
CASTÁN SAN JOSÉ (Benifayó)
VALLADOLID
23.
Publio
RODRÍGUEZ MOSLARES (Tiedra)
CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA
RITOS DE INTRODUCCIÓN
Oración colecta
Oremos.
Dios todopoderoso y
eterno, que al beato Francisco Esteban y a sus compañeros
les has concedido la gloriosa victoria del martirio, mediante su oblación
cruenta, haz que, por sus méritos e intercesión, podamos dar testimonio ante el
mundo, como ellos, de quién es
Jesucristo. Por el mismo Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
R/.
Amén.
PRIMERA
LECTURA
Ni la muerte ni la vida podrá
apartarnos del amor de Dios
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a
los Romanos (8, 31b -39)
Hermanos:
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a
su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará
todo con Él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está
sentado a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá
apartarnos del amor de Cristo?; ¿La aflicción?, ¿la angustia?, ¿la
persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿la espada?, como dice la Escritura:
“Por su causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza”.
Pero en todo esto vencemos fácilmente por Aquel que nos ha amado. Pues estoy
convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente,
ni futuro, ni potencias, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios,
manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
L/
Palabra
de Dios. R/ Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Los que sembraban con lágrimas / cosechan entre cantares
Cuando el Señor nos cambió la
suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de
risas, la lengua de cantares. R/
Hasta los gentiles decían: “El
Señor ha estado grande con ellos”. El Señor ha estado grande
con nosotros y estamos alegres. R/
Que el Señor cambie nuestra
suerte/ como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con
lágrimas / cosechan entre cantares. R/
Al ir iban llorando, llevando
la semilla /al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas. R/
Aleluya,
aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan (Jn15, 18-21)
+ En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Si el mudo os odia, sabed que me ha odiado a
Mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa
suya; pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del
mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: No es el siervo más que su amo. Si a Mí me han
perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra,
también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán a causa de mi nombre, porque
no conocen al que me envió. Palabra del Señor.
ORACIÓN DE LOS FIELES
CP
Somos hijos de Dios y ciudadanos del Cielo. Mientras peregrinamos hacia nuestra verdadera
patria, elevemos nuestra oración al
Padre, confiados en la intercesión de
los nuevos Mártires que ofrecieron sus
vidas por amor y fidelidad a Jesucristo.
R/ Te rogamos, óyenos
Por
el Papa, Pastor de la Iglesia universal, para, que iluminado y fortalecido por el Espíritu Santo, confirme en la
fe a sus hermanos.
Por las diócesis las
diócesis de origen de estos Mártires, donde
recibieron la fe mediante el bautismo, para que, por su ejemplo e intercesión, reciban nuevo impulso para revitalizar su
fe.
Por la familia
religiosa de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, en cuyo seno los
nuevos Beatos se consagraron a Dios, para
que, con su ejemplo y por su intercesión, reviva el carisma de su santo
fundador y se rejuvenezca con nuevas vocaciones.
Por las familias que
entregan el mejor fruto de su matrimonio al Señor, por los laicos, para que a
ejemplo de Cándido Castán, no se
avergüencen de vivir y profesar públicamente su fe.
Por los jóvenes a
quienes el Dueño de la mies sigue llamando, para que a ejemplo de estos jóvenes
mártires del siglo veinte, respondan
generosamente a ese apremiante llamamiento.
CP Dios Padre misericordioso, que nos llamas a todos a seguir con valentía a Cristo por el camino de la santidad, acoge con bondad la oración de esta tu
familia, aquí
congregada, y por intercesión de María, Reina de los Mártires, concédenos la fortaleza necesaria para estar
dispuestos a dar la vida por amor a Aquel que no dudó en morir por nosotros en
la cruz, Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo por los siglos de los siglos.
R. / Amén
LITURGIA EUCARISTICA
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Padre santo, las
ofrendas que te presentamos en la
glorificación de tus Mártires Francisco Esteban y Compañeros, y concédenos la gracia de permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén
R/ Amén
Prefacio
V./
El Señor esté con vosotros.
R./
Y con tu espíritu.
V/.
Levantemos el corazón.
R./
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V./
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R./
Es justo y necesario.
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor.
Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por
Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre de los gloriosos Mártires Francisco
Esteban y Compañeros, derramada como
la de Cristo, para confesar tu
nombre, manifiesta las maravillas de tu
poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de
la fragilidad tu propio testimonio; por Cristo, Señor nuestro.
Por
eso, como los ángeles de cantan en el cielo,
así nosotros en la tierra te aclamamos
diciendo sin cesar:
Santo,
Santo…
Oración después de la comunión
CP Señor y Dios nuestro, que iluminaste el misterio
de la cruz en la muerte de tus
mártires, escucha nuestra súplica y haz que, fortalecidos por este sacrificio, nos unamos a Cristo fielmente y trabajemos en la Iglesia por la salvación
de todos los hombres. Por Jesucristo
nuestro Señor.
R/ Amén
Liturgia de las Horas
Beato Francisco Esteban y compañeros, Mártires
Francisco Esteban
Lacal nació en Soria el 8 de febrero de 1888. A los 18 años hizo su primera
profesión religiosa en Urnieta (Guipúzcoa), y es ordenado sacerdote en Turín,
donde cursó la teología, el 29 de junio en 1912. Formador de futuros misioneros
en el juniorado y noviciado, en 1932 es nombrado primer Superior provincial de
los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en España y traslada su residencia a
Madrid. En la persecución religiosa le incautan
la casa provincial y vive en
clandestinidad, auxiliando material y espiritualmente a sus hermanos
oblatos de la comunidad de Pozuelo,
también sacados de la propia casa.
Capturado con varios de ellos,
unos meses más tarde, serán encarcelados y posteriormente ejecutados. En
el momento del martirio, el 28 de noviembre de 1936, pide como gracia abrazar a
sus hermanos uno por uno y aprovecha para darles la absolución. Luego proclama
en alta voz: “Sabemos que nos matáis por ser católicos y religiosos, lo somos.
Tanto yo como mis compañeros os perdonamos de corazón”. Estos religiosos
mártires eran, en su mayoría, jóvenes en edades comprendidas entre 18 y
26 años. Se preparaban para ser ordenados sacerdotes y partir después a las
misiones.
A este grupo de 22
mártires Oblatos hay que sumar un seglar, Cándido Castán, ferviente católico y
padre de familia ejemplar, a quien horas
antes de la ejecución, lo asociaron a la comunidad de los Oblatos, prisioneros
en su propia casa, y lo martirizaron con el primer grupo de Mártires Oblatos.
Todo del
común de Mártires, excepto la 2ª Lectura y la Colecta
II Lectura
De los escritos de san Eugenio de Mazenod, Obispo y
Fundador
(Constituciones y Reglas de la Congregación de los
Misioneros Oblatos de la Santísima e Inmaculada Virgen María), Roma, Políglota Vaticana 1926, pág. 13-16.
Hombres apostólicos: dispuestos a sacrificar
la propia vida por amor a Jesucristo, servicio de la Iglesia y santificación de sus hermanos.
La Iglesia, preciada
herencia que el Salvador adquirió a costa de su sangre, ha sido en nuestros
días atrozmente devastada. Esta querida
Esposa del Hijo de Dios llora aterrorizada
la vergonzosa defección de los
hijos por ella engendrados. Cristianos apóstatas, olvidados por completo de los beneficios de Dios, han irritado la justicia divina con sus
crímenes, y si no supiésemos que el
depósito de la fe ha de conservarse intacto hasta el fin de los tiempos, apenas
podríamos reconocer la religión de Jesucristo en las huellas que quedan de lo que fue.
En esta lamentable
situación, la Iglesia llama a voces a los ministros a quienes confió los más
preciados intereses de su divino Esposo, para que se esfuercen en reavivar con
la palabra y el ejemplo la fe a punto de extinguirse en el corazón de buen número
de sus hijos. Mas, por desgracia, qué pocos son los que responden a esta
apremiante invitación; muchos, incluso,
agravan esos males con una conducta reprobable.
La consideración de
estos males ha conmovido el corazón de
algunos sacerdotes celosos de la gloria
de Dios, que aman entrañablemente a la Iglesia, y están dispuestos a entregar su vida, si es preciso,
por la salvación de las almas.
Están convencidos de
que, si se formasen sacerdotes inflamados de celo, desprendidos de todo
interés, de sólida virtud, en una palabra: hombres apostólicos, que,
convencidos de su propia reforma, trabajasen con todas sus fuerzas por la
conversión de los demás, se podría abrigar la esperanza de hacer volver en poco
tiempo los pueblos descarriados a sus obligaciones largo tiempo olvidadas. Cuídate tú y cuida tu enseñanza,
recomienda San Pablo a Timoteo, sé
constante; si haces esto, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen (1 Tim. 4, 16).
¿Qué hizo, en
realidad, nuestro Señor Jesucristo cuando quiso convertir el mundo? Escogió a
unos cuantos Apóstoles y Discípulos que él mismo formó en la piedad y llenó de su espíritu y, una vez instruidos en su
doctrina, los envió a la conquista del mundo que pronto habían de someter a su santa
ley.
¿Qué han de hacer a
su vez los hombres que desean seguir la huellas de Jesucristo, su divino
Maestro, para conquistarle tantas almas que han sacudido su yugo? Deben trabajar seriamente por ser santos y
caminar resueltamente por las sendas que recorrieron tantos obreros evangélicos, que nos dejaron
tan buenos ejemplos de virtud en el ejercicio del mismo ministerio al que ellos
se sienten llamados. Deben renunciarse completamente a sí mismos, sin más miras
que la gloria de Dios, el bien de la Iglesia y la edificación de las almas.
Deben renovarse sin cesar en el espíritu
de su vocación, vivir en estado habitual de abnegación, y con el empeño
constante de alcanzar la perfección; deben trabajar sin descanso por hacerse
humildes, mansos, obedientes, amantes de la pobreza, penitentes y mortificados,
desapegados del mundo y de la familia, abrasados de celo, dispuestos a
sacrificar bienes, talentos, descanso, la propia persona y la propia vida por
amor a Jesucristo, servicio de la Iglesia y santificación de sus hermanos; y
luego, con firme confianza en Dios, entrar en la lid y luchar hasta la muerte
por la mayor gloria de su Nombre santísimo y adorable.
¡Qué inmenso campo se
les abre! ¡Qué santa y noble empresa!
Los pueblos se corrompen en la ignorancia supina de todo lo que
concierne a su salvación. De ahí el abandono de la fe, la depravación de las
costumbres y todos los desórdenes que la acompañan. Es, pues, sumamente importante, es urgente, hacer que
vuelvan al redil tantas ovejas descarriadas, enseñar a los cristianos
degenerados quién es Jesucristo, y, arrebatándolos del dominio de Satanás, mostrarles el camino
del cielo.
Hay que intentarlo todo para dilatar en reino
de Cristo, destruir el imperio del Mal, cerrar el paso a innumerables crímenes,
difundir la estima y la práctica de todas las virtudes, llevar a los hombres a
sentimientos humanos, luego cristianos, y ayudarles finalmente a hacerse
santos.
RESPONSORIO
S. Cipriano, Carta 58 (tomado del común de varios mártires)
R/ Dios nos
contempla, Cristo y sus ángeles nos miran, mientras luchamos por la fe.
* Qué dignidad tan
grande, qué felicidad tan plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser
coronados por Cristo.
V/ Revistámonos de
fuerza y preparémonos para la lucha con un espíritu indoblegable, con una fe
sincera, con una total entrega.
* Qué dignidad tan
grande, qué felicidad tan plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser
coronados por Cristo.
Oremos.
Dios todopoderoso y
eterno, que al beato Francisco Esteban y a sus compañeros les has concedido la
gloriosa victoria del martirio, mediante su oblación cruenta, haz que, por sus
méritos e intercesión, podamos dar testimonio ante el mundo de quién es
Jesucristo. Por el mismo Jesucristo
nuestro Señor
R/.
Amén.
bendito seas señor por el valor que distes a tus siervos para ser fieles a ti ejemplo para nosotros bendito y alabado
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