jueves, 22 de noviembre de 2012

Misa en "la catedral más grande del mundo"


El domingo 18 de Noviembre, en el cementerio de Paracuellos, tuvo lugar una emotiva celebración religiosa. El P. Eutimio González estuvo presente como representante de los Misioneros Oblatos. Transcribimos la crónica que escribió para “Nosotros OMI”





CONCELEBRACIÓN EUCARÍSTICA 
EN EL CAMPOSANTO DE
NUESTRA SEÑORA DE LOS MARTIRES
DE PARACUELLOS DE JARAMA

Gran concentración  en el camposanto de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos de Jarama, con motivo de la clausura del 75 aniversario de los Mártires de Paracuellos de Jarama.
Así lo había comunicado Mons. Juan Antonio Reig Pla, obispo de la diócesis de Alcalá de Henares, a la que pertenece el cementerio.
Presidió la concelebración el mismo Sr. Obispo acompañado por 27 sacerdotes,  representantes de distintas Congregaciones que tienen allí sepultados a algunos de sus mártires.
El numeroso pueblo fiel estaba formado por familiares (hijos nietos, biznietos) de los que también allí fueron asesinados y allí esperan la resurrección futura.
El señor Obispo saludó a todos con especial entusiasmo agradeciendo su presencia y dando gracias también   por encontrarse en el lugar que él mismo acostumbra a llamar "la catedral más grande del mundo”, por el gran  número de mártires allí enterrados, ciento veinte de ellos ya beatificados.
Subrayó también el testimonio de fe de los mártires en su actitud de fidelidad hasta el final y de perdón para quienes les quitaban la vida.
Invitó a todos a considerar el lugar como lugar del triunfo de la justicia de Dios, lugar de oración y de reconciliación, siguiendo el ejemplo de los Mártires.
Terminada la celebración de la Eucaristía, con el canto de la Salve Regina, el señor obispo, acompañado, en fervorosa procesión, por todos los asistentes, fue visitando y rezando en  cada una de las siete fosas comunes donde fueron sepultados los varios miles de personas (no menos de siete mil) asesinadas en ese lugar, al lado del cerro llamado de San Miguel.
Una enorme cruz blanca, pintada sobre el suelo del cerro, llama la atención, desde muy lejos, e invita a pensar en los que, allí mismo enterrados, “vienen de la gran tribulación y han lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del Cordero”. (Apocalipsis, 7,14).
                                            P. Eutimio González OMI (en la foto, el primero por la izquierda)



A continuación puede leerse la crónica de la Página Web de la diócesis de Alcalá. De ella hemos tmado también las fotos que puedes ver en esta "entrada" (o spot, dicen los técnicos). Pincha en  Más información


Paracuellos de Jarama. «Primavera para España,
constelación de estrellas que nos anuncian el cielo»

Clausura del LXXV Aniversario del Martirio de los 119 Beatos de Paracuellos de Jarama
Testigos de la Fe

Santa Misa en el Cementerio de los Mártires de Paracuellos
 18 de noviembre de 2012, a las 12 horas


 «Paracuellos de Jarama», afirmó Mons. Reig, «es primavera para España, constelación de estrellas que nos anuncian el cielo, fulgor del firmamento que nos anuncia nuestra verdadera patria, sin ella no podríamos vivir, sin ellos no tendríamos intercesores, nos olvidaríamos, estaríamos perdidos en el camino sin saber la meta, pero ellos están aquí advirtiéndonos, intercediendo por nosotros»  
«Aquí hay una constelación de estrellas que nos alumbran en este momento para que viéndoles a ellos nuestros niños, nuestros jóvenes, aquellos que están escolarizados y que pueden venir aquí en peregrinación, aquellos que quieren sentir el dolor de la descristianización de su pueblo, vengan aquí para aprender la lección de la fe, para aprender la lección de una vida generosa hasta el derramamiento de la sangre y para vigorizar nuestra esperanza»

La capilla del Cementerio de los Mártires de Paracuellos de Jarama acogió el pasado domingo 18 de noviembre, a las 12 del mediodía, una Misa solemne con ocasión de la clausura del LXXV aniversario del martirio de los 119 beatos cuyas reliquias descansan en dicho Camposanto. La celebración fue presidida por el Obispo de la diócesis, Mons. Juan Antonio Reig Pla.

Concelebraron superiores y representantes de las órdenes religiosas a las que pertenecen los sacerdotes y religiosos (119 han sido beatificados por Juan Pablo II y Benedicto XVI) cuyos restos mortales reposan en el Cementerio de Paracuellos. Asistió una gran multitud de fieles además una nutrida representación de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos.

Durante la homilía, Mons. Reig Pla recordó que la Diócesis de Alcalá de Henares, fundada sobre la sangre de los Santos Niños Mártires Justo y Pastor, se vio engrandecida en pleno siglo XX por este nuevo camposanto martirial, considerado por el Obispo como “el lugar de patrimonio espiritual más importante en nuestra Diócesis”. Señaló que acudía al Cementerio, al que calificó como “la catedral más grande que se ha edificado en el mundo con aquellos que fueron testigos de la fe”, “con ilusión, entusiasmo y espíritu de gratitud y de veneración”.

Mons. Reig recordó que, a pesar de ser insultados, ultrajados y forzados, ninguno de los asesinados en Paracuellos apostató de la fe. “Acudían a la confesión, rezaban el Rosario, lloraban y se animaban juntos unos a otros; todos ellos acababan perdonando, gritando ‘viva Cristo Rey’, ‘viva España’, viva aquello que era la tradición de sus padres, la tierra que les habían dado como herencia”.

D. Juan Antonio explicó que llegará un día en que los mártires, sabios –por vivir en el temor de Dios–, “brillarán con el fulgor del firmamento y serán como una constelación de estrellas, un punto de verdadera luz, un santuario de oración y un lugar de peregrinación donde podamos recibir la fortaleza de nuestros hermanos mayores, testigos de la fe. Ellos constituyen el mejor patrimonio para la Iglesia en un momento de oscuridad, de crisis de civilización”.

Mons. Reig Pla explicó que los beatos «nos alumbran en este momento para que viéndoles a ellos nuestros niños, nuestros jóvenes, aquellos que están escolarizados y que pueden venir aquí en peregrinación, aquellos que quieren sentir el dolor de la descristianización de su pueblo, vengan aquí para aprender la lección de la fe, para aprender la lección de una vida generosa hasta el derramamiento de la sangre y para vigorizar nuestra esperanza».

«Paracuellos de Jarama», insistió D. Juan Antonio, «es primavera para España, constelación de estrellas que nos anuncian el cielo, fulgor del firmamento que nos anuncia nuestra verdadera patria, sin ella no podríamos vivir, sin ellos no tendríamos intercesores, nos olvidaríamos, estaríamos perdidos en el camino sin saber la meta, pero ellos están aquí advirtiéndonos, intercediendo por nosotros».

Después de la ceremonia tuvo lugar un conmovedor recorrido por las siete fosas donde reposan los cuerpos de los asesinados en 1936. Monseñor Reig rezó, en cada una de ellas, un responso por el eterno descanso de todos los allí sepultados. El clima fue de intensa oración y paz, a través de los cantos y del impresionante silencio que reinaba en todo el lugar. Este año, como novedad, se ha incorporado un octavo responso ante los pinos donde las víctimas eran bajadas de camiones para ser despiadadamente ametralladas.







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