miércoles, 7 de marzo de 2012

QUIEN ES QUIEN, nº 6: Juan José Caballero




Juan José Caballero  Rodríguez

Natural de Fuenlabrada de los Montes 
(Badajoz)
                                                 
24 años

Religioso profeso de votos perpetuos, subdiácono

Joven de gran personalidad, fomentaba el buen espíritu en el seno de su comunidad. Emprendedor, metódico, perseverante en cuanto acometía. Su rasgo más característico: una constante inquietud misionera que contagiaba al resto de sus compañeros. Tuvo que interrumpir los estudios para incorporarse al servicio militar y fue destinado a África. El tiempo vivido en ese continente contribuyó a aumentar su inquietud y vocación misionera.

 Datos biográficos

 Nació en Fuenlabrada de los Montes, diócesis de Toledo y provincia de Badajoz. Era subdiácono. En breve iba a ser ordenado sacerdote.
Joven de gran personalidad, vivía con la preocupación de   fomentar el buen espíritu e su comunidad. Era emprendedor, metódico y perseverante en cuanto acometía. Su característica más sobresaliente: fuerte inquietud misionera que contagiaba a sus hermanos de comunidad. Con sus 24 años, ya se veía misionero y actuaba como tal.
Juan José nació el 5 de marzo y fue bautizado el 16 del mismo mes en la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción. Su padre, Jesús María Caballero, estaba casado en segundas nupcias con Baudilia Rodríguez y de este segundo matrimonio nacieron dos hijos: Elisa y Juan José. Del primer matrimonio habían nacido también dos hijos: Arsenio y Epifanio Caballero Molina.
La condición económica de la familia era pobre; pero profundamente religiosa. El padre, que se dedicaba a la agricultura, era tenido como una de las personas más religiosas de la localidad. Al fiel cumplimiento de todas las obligaciones de cristiano, añadía la ayuda a la parroquia como Sacristán. Pertenecía también a las cofradías del Santísimo Sacramento, de la que era secretario, y la de Jesús Nazareno, de la que era Hermano Mayor. Por sus conocimientos culturales, poco corrientes entonces por aquellos pueblos, era una buena ayuda, no sólo del párroco, sino también de los vecinos.
Existía una gran unión y cariño entre los miembros de su familia. Juan José sentía la vocación misionera, pero la mantuvo oculta, dadas las necesidades materiales del hogar, que requerían su presencia.
Un compañero de escuela dice de él que “ninguno llegaba a la altura de Juan José y que éste siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás (en las tareas escolares), que era totalmente cumplidor de sus deberes y que su ritmo de aprendizaje era ideal”.
La Providencia quiso que familiares del P. Francisco Esteban (quien será más tarde su Provincial y compañero de martirio) entraran en relación con él. La familia Esteban Lacal le prestó ayuda económica y esto facilitó a Juan José el ingreso en el seminario menor de los Misioneros Oblatos en Urnieta. Allí mejoró mucho en su dedicación al estudio y a la práctica de las virtudes.
Terminados los estudios secundarios, pasó a Las Arenas para hacer el noviciado e hizo su primera profesión religiosa el 15 de agosto de 1930, fiesta de la Asunción, titular de la parroquia donde fuera bautizado.
En 1931, ante la persecución desatada contra la Iglesia en Madrid, conocida como la quema de conventos, por razones de seguridad, vuelve con sus hermanos de comunidad a Urnieta.
Más tarde, ya de nuevo en Pozuelo, tuvo que incorporarse al servicio militar y fue destinado al Norte de África. El tiempo vivido en ese continente contribuyó a aumentar su inquietud y vocación misionera.
De vuelta a Pozuelo, hace su oblación perpetua el 25 de febrero de 1936 y unos meses después recibe el subdiaconado. Pero dos semanas más tarde las ilusiones que había puesto en el sacerdocio, cada vez más cercano, se ven truncadas por el comienzo de un calvario que culminaría en el martirio.

Testimonios

No tenemos muchos sobre su martirio. Citamos la carta del el P. Emilio Alonso, a un hermano del mártir:
“Recientemente estuve en Madrid y he aquí los datos que he podido recoger sobre él. Fue detenido en la noche del 28 de octubre y conducido a la cárcel Modelo. De allí fue trasladado a la cárcel de San Antón en la noche del 15 de noviembre. En la noche del 28 del mismo mes fue “sacado” con otros muchos, entre ellos 12 Oblatos más, y llevado con rumbo desconocido. No se ha vuelto a saber más de aquella expedición, que se llamó expedición de Muñoz Seca, porque en ella iba el ilustre  comediógrafo”.

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