Natural de Fresno del Río (Palencia)
23 años
Oblato con votos perpetuos, subdiácono
“Era dócil, sumiso y franco con sus superiores,
afable con sus compañeros, consciente de sus defectos y empeñado en la lucha
por superarlos. Amante de su vocación, fiel cumplidor de las Reglas, con espíritu
de comunidad”. Su aspiración era ir a la misiones. Estaba bien capacitado para
ser un buen misionero. Le acompañaba todo: hermosa voz, cualidades oratorias,
buen actor; pero sobre todo su piedad y su espíritu abierto y abnegado.
Datos biográficos
Nació el 1 de enero de 1913 en Fresno del Río, provincia
de Palencia y, entonces, diócesis de León. Fresno, ubicado a orillas del río
Carrión, entre Guardo y Saldaña, se encuadra en una comarca eminentemente
agrícola. Manuel nace y vive en un hogar de una familia numerosa. Sus
padres, Buenaventura y Filiberta, son labradores modestos, y de profundas convicciones
y prácticas religiosas.
Testimonios
No tenemos muchos. Pero, a decir de sus formadores en los
informes oficiales, Manuel era un hombre dotado de talento, equilibrado, con
buena memoria. En los exámenes, resultados casi siempre brillantes. Gusto para
la música vocal y dotado de buena voz.
Como virtudes, dicen de él que era dócil, sumiso y franco con sus
superiores, afable con los otros, consciente de los propios defectos y empeñado
en la lucha por superarlos. Amante de su vocación y de la Congregación. Buen
compañero, fiel cumplidor de la Regla, con espíritu comunitario.
También Manuel había terminado el 3º de teología. Era
Subdiácono y esperaba ser ordenado sacerdote después de algunos meses; pero
“mis planes no son vuestros planes, ni mis caminos son vuestros caminos”,
dice el Señor.
Martirio
El proceso de su martirio es similar al de los demás
Oblatos de Pozuelo. Los tres pasos de su corto vía crucis fueron los
siguientes: es detenido y hecho prisionero en la propia casa-seminario con toda
la comunidad oblata. Aquella misa noche,
“saca” en el mismo convento, junto con
seis compañeros más y el padre de familia Cándido Castán. Fusilamiento en la madrugada del 24 de julio
de 1936, en la Casa de Campo de Madrid.
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